Vaya por delante, que no tengo ni idea de rugby. Conozco lo más básico de las reglas, he visto algún partido en directo y poco más. Sigo unas cuantas páginas de rugby en Facebook y poco a poco me voy enterando de algo.
En estos últimos años me he ido desencantando del fútbol e interesándome cada vez más por el rugby.
Para resumir este cambio, lo mejor es una frase que he oído recientemente:
“El fútbol es un juego de caballeros jugado por villanos y el rugby es un juego de villanos jugado por caballeros”
Para entender esto solo es necesario comparar la actitud de los jugadores y afición en partidos de ambos deportes.
Creo que con el paso del tiempo el fútbol se ha ido desvirtuando y se han perdido sus valores originales. Sin embargo al rugby no le ha ocurrido lo mismo. Aunque en España parece que empieza a despegar ahora, en otros países es tremendamente popular.
Por supuesto no se puede ser categórico. Ni todo el fútbol es ‘malo’, ni todo el rugby ‘bueno’, pero por lo general las diferencias son notables.
Pero vamos con el objetivo del artículo.
Pasión por tu trabajo
En el ámbito profesional se oye con bastante frecuencia el término pasión. Lo leemos en artículos, en las biografías, en conferencias: “es un apasionado por su trabajo”, “su única pasión es”, etc.
Por supuesto que en algunos de los casos es cierto. Hay personas que son unos auténticos apasionados de su trabajo.
Por tratarse de un término tan contundente y usarse con tanta frecuencia, el término pasión ha acabado perdiendo parte de su significado.
Se ha convertido en una especie de muletilla: “Pepe Pérez, apasionado por las redes sociales” (en lugar de redes sociales puedes poner cualquier otra cosa).
Insisto, algunos serán unos ‘locos’ de su trabajo. Pero apuesto que la mayoría simplemente les gusta mucho.
Para entender la diferencia entre un trabajo que realmente te apasiona y otro que te gusta, basta con ver este vídeo en el que entrevistan a Pablo Feijóo (capitán de la selección española de rugby seven) nada más ganar el torneo preolímpico que les clasificaba para los Juegos Olímpicos de Rio 2016.
Considero que soy de esas personas que está completamente volcada en su profesión, que incluso podría decir que soy un apasionado del marketing online (aunque nunca lo he dicho o puesto en ningún sitio), pero viendo este vídeo me lo voy a pensar dos veces antes de decir nada parecido.
La imagen que acompaña al post (pasión por el trabajo) es de ShutterStock
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